En febrero, es un mes de reposo vegetativo, pero los días se empiezan a acortar. Todavía hay riesgo de que hiele o bajen mucho las temperaturas, por lo tanto, el olivo debe estar tranquila.
Momento de preparar el terreno, nutrir el sol y prever que de un momento a otro puede empezar a calentar y cambie la actividad del olivo.
Época pues fuera poco.
El abono ayuda a la actividad vegetativa, el correcto desarrollo del árbol, mejora la capacidad de asimilar otros elementos y obviamente influye en la capacidad productiva.
Recordad, que en la agricultura ecológica no se utilizan productos de síntesis química ni herbicidas!
Apostamos por el #economiacircular y procuramos devolver el campo todo lo que le hemos extraído. Restos de poda, hierba picada, … un «cocktail» hecho a medida.
La imagen de este mes de febrero en las fincas: