Los precios en origen se incrementan entre un 40% y un 50% desde el inicio de la campaña hasta octubre, según la Administración
Los precios del aceite de oliva en origen se han incrementado entre un 40% y un 50% desde el inicio de esta campaña el pasado uno de octubre, según los datos de la Administración. Los aceites de una calidad base se han situado ya en una media de 3,10 euros el kilo, mientras los aceites virgen han superado los 3,30 euros. Esa subida se ha acelerado en las últimas semanas ante la persistencia de los fuertes calores que se suman a una primavera seca.
Los incrementos de los precios en origen no se han reflejado todavía en los precios de venta al consumidor ante la batalla entre los grandes grupos de la distribución para mantener el aceite como un producto reclamo.
Frente una cosecha anterior de solo 835.000 toneladas, para esta campaña se esperaba una producción de entre 1,3 y 1,4 millones de toneladas. A medida que se ha prolongado la sequía y que los olivares de secano, 1,8 millones de hectáreas sobre un total de 2,5 millones, se están viendo afectados además por el calor, el sector espera un fuerte ajuste al alza que ya se ha traducido en tensiones en los mercados.
Al pasado 30 de junio, las disponibilidades totales de aceite en manos de las almazaras e industrias ascendían a 430.000 toneladas, a las que se añadirían otras 35.000 toneladas de importaciones. Con unas salidas mensuales entre julio y octubre de unas 100.000 toneladas, se estima que, al uno de noviembre, las existencias se situarían muy por debajo de las 100.000 toneladas, una cifra corta para el empalme de campaña.
Tras varios años de precios hundidos, las cotizaciones mantienen una línea de subidas que no ha supuesto el hundimiento de ventas. En 2014, la exportación solo bajó de la cifra récord de 1,1 millones de toneladas a más de 800.000 y la demanda interior se mantuvo estabilizada en unas 530.000 toneladas
Para Agustín Rodríguez, responsable del sector en UPA, eso pone de manifiesto que es posible vender aceite a precios menos ruinosos para el olivarero y asumibles para el consumidor en España y en el exterior.
Fuente: Agencia Informativa CONACyT