En el mes de agosto, es el momento en que crece el fruto. Durante este mes, se puede ver un cambio importante en el tamaño, color y desarrollo de la oliva.
La oliva es muy verde, con un color intenso. Las diferentes variedades se pueden reconocer ya perfectamente. Tienen la forma completamente definida y se ven sus características muy diferenciadas.
Ahora pues, podemos empezar a intuir el tipo de cosecha que tendremos. Tenemos que empezar a prever qué tipos de aceite de oliva virgen extra elaboraremos, qué variedades utilizaremos …
Aunque en agricultura, hasta que no se «tiene el saco y bien atado», como bien dice el dicho popular, no se puede dar nada por hecho.
Pero si que nos sirve para hacer previsiones y adelantarnos a cuidar de todo lo que sí está en nuestras manos.
El crecimiento del fruto termina cuando empieza a cambiar de color, de verde a morado.