Por placer.
El mundo del aceite, como muchos, es un gran desconocido. Muchos países productores tenemos este «problema». Como que hemos tenido siempre aceite en casa, no le hemos dado la importancia que se le ha dado a países donde no se produce el aceite y no les ha sido tan fácil / económico conseguirlo.
Como todo, aprender es una cuestión de curiosidad, práctica y en este caso también de paladar (capacidad de probar y encontrar ciertos matices).
La mejor manera de probar el aceite es solo, sin otro alimento / elemento que distorsione el gusto y aromas del aceite de oliva virgen extra. Realmente, se debería probar con copas de cata, pero como habitualmente en las casas no hay, se puede catar en una copa de vino o con una cucharita. (Para ver cómo se hace una cata profesional, puede ver la entrada del blog: Valoración organoléptica)
Es importante que al principio, sobre todo, se haga por comparación. Es decir, aceites MUY diferentes (de variedades diferentes, de distintas zonas) Por ejemplo: Una arbequina de la zona de Valencia (mediterráneo) no tiene nada que ver con una arbequina de Lleida (interior). Ya no digamos una Picual de Jaén con una Rojal de Tarragona.
Las variedades también hacen la diferencia. Y, como hemos aprendido con los vinos, podemos utilizar el aceite para resaltar aromas o sabores, o esconderlos. Es decir, si tenemos que hacer un helado o una ensalada de fruta, buscaremos un aceite dulce y suave. Un aceite verde e intenso nos «mataría» los sabores de las frutas o cogería una importancia y presencia que no nos conviene en este plato. Un buen maridaje hace la diferencia!
Y también os recomiendo que, al menos una vez, que hagais una cata con diferentes tipos de aceites (ver post de diferentes tipos de aceites de oliva), así podrás notar realmente las diferencias, y sobre todo notar y paladear el frutado, que es el gran diferencial que aporta el aceite de oliva virgen extra versus el virgen o el aceite de oliva (no es un producto agro).
Sobre gustos, no podemos decir nada, pero saber diferenciar un buen aceite, de uno que no lo es, además de un placer os ahorrará más de un disgusto; 0)