Hoy queremos hablaros de una palabra muy curiosa y que, cuando nos venís a visitar, siempre genera expectación, ¡el aplauso!
Este utensilio que veis en la fotografía significó una pequeña gran revolución en la manera de recolectar las aceitunas.
Son manejados por una persona, y van conectados a una fuente de alimentación (normalmente una batería) y con sus púas, que se van moviendo, se “peinan” las ramas de olivo y las aceitunas van cayendo.
Los aplausos han ido evolucionando con el tiempo y se han hecho más ligeros, más rápidos y mucho más eficientes, hasta el punto de convertirse en una herramienta prácticamente indispensable para cosechar aceitunas.
Pero y diréis… ¿y por qué le llamáis aplauso?! Porque no se llaman así, y si vamos muy lejos de la comarca, seguramente no nos entendería nadie.
Supongamos que la imaginación, al ver los primeros aparatos y la forma en que se movían las pinzas al cosechar, nos recordaron al movimiento de dos manos aplaudiendo.
¡Voilá! Cuando cosechamos aceitunas, en la comarca aplaudimos, ¡a veces también literalmente! 😊
En olicatessen hacemos visitas a las fincas durante la temporada de cosecha, si queréis venir a aplaudir, ¡siempre seréis bienvenidos!