¿Sabéis cuánto llueve al año en nuestra comarca?
Entre 400 y 450mm, lo suficiente como para decir que el clima es seco y con precipitación muy escasa
¿Esto cómo afecta al cultivo del olivo?
El olivo es un arbusto resiliente y que habita en condiciones climatológicas que pueden ser duras, pero para asegurar una cosecha constante y no depender sólo del agua que caiga del cielo, debemos regar los árboles.
¿Y cómo regamos?
¡Pues gota a gota!
En las fincas tenemos instalado sistemas de riego de soporte que completan las precipitaciones y le dan al olivo agua cuando más la necesita.
Los goteros son los encargados de realizar este suministro de agua a cada árbol, donde el agua se transporta por toda la finca a través de tubos. Todo un entramado en el subsuelo para llevar un bien precioso: ¿qué haríamos sin el agua?