Cultura
Las almazaras y la producción del aceite de oliva virgen extra representan una forma de trabajar del mundo agrario.
Alrededor del cultivo del olivo existe toda una cultura y una filosofía de trabajo por parte de los olivicultores, que se remonta a lo largo de su historia. El olivo es una planta que aparece ya en vestigios arqueológicos desde hace más de 8.000 años.
Ya en el siglo VIII, los árabes mejoraron las técnicas de cultivo y la elaboración del aceite. Y del producto tal y como lo conocemos ahora, empezó a desarrollar un gran abanico de actividades y aplicaciones. Desde la iluminación, la elaboración de jabón, las cosméticas, la medicina… y todos sus derivados como utensilios, embalajes…
Es decir, esta actividad ha generado una actividad económica, de desarrollo que ha ido tejiendo a lo largo de la historia.
Tanto el cultivo del olivo como la elaboración del aceite ha ido creando costumbres, rituales y creencias que están arraigadas en nuestra cultura, carácter y forma de vida.
Muy ligado al mundo rural, a remedios caseros, fiestas, refranes y leyendas. Asimismo, la cultura culinaria, merece una mención especial, que hablaremos de ello más adelante.
El aceite de oliva todo mal esquiva
La mejor medicina, el aceite de oliva
El olivar se ha utilizado también como fuente de inspiración en su versión más artística. Sobre todo, y no sólo, en la literatura y la pintura. Salvador Dalí, Vincent Van Gogh, Matisse, Pablo Picasso, Rafael Alberti o Federico García Lorca utilizaron los olivos como musa.
La música con Manolo Escobar o Paco Ibañez, han dedicado parte de sus obras a los olivos.
Actualmente vuelve a ligarse con las bondades nutricionales, culinarias y de buenos hábitos que impulsa la dieta mediterránea.