El aceite de oliva virgen extra es el zumo de la aceituna que guarda intacto su sabor original y es un producto totalmente natural que se conserva en excelentes condiciones puesto que tiene antioxidantes naturales que lo protege del enranciamiento. El aceite de Oliva Virgen extra, además, posee una enorme plasticidad que vemos reflejada en sus variadas formas de utilización, puesto que sus funciones en cada plato son múltiples.
El rendimiento del aceite de oliva virgen extra es mayor que el de las otras grasas vegetales, tanto en frío como en caliente.
En frío, aderezando ensaladas, verduras, pescados, etc. , puede utilizarse en menor cantidad puesto que su sabor y aroma son más intensos.
Al calentar el aceite de oliva virgen extra se comprueba fácilmente como “crece” como aumenta su volumen y, por tanto, se necesita menos cantidad para cocinar o para freír.