Nuestro aceite
La ilusión y la exigencia como materia prima
El aceite de oliva virgen extra es la base de la dieta mediterránea desde hace miles de años. Pero en las últimas décadas la olivicultura se ha visto transformada por la agricultura industrial, la voluntad de abaratar costes y de multiplicar la producción. A menudo se ha olvidado la sabiduría de los métodos tradicionales como el respeto por la naturaleza y las propiedades organolépticas de la aceituna.
En olicatessen, defendemos otra manera de trabajar la tierra y de disfrutar de un componente esencial de nuestra gastronomía. Te invitamos a descubrir una olivicultura que reivindica el auténtico placer de la cata, que quiere transportar el patrimonio cultural con la gastronomía y que prioriza la salud y bienestar a través de la conciencia ecológica.
¿Cómo elaboramos nuestro aceite?
Todo empieza con el olivo
Su salud es la mejor garantía de un buen fruto. Así, tanto si se trata de olivos centenarios como aquellos que algún día llegarán a serlo, los cuidamos día tras día. Hacemos un seguimiento constante de su riego, crecimiento, poda y desparasitación, y utilizamos técnicas tradicionales para que el aire y la luz solar actúen como fungicidas naturales.
Recolectamos con mimo y en el momento óptimo
Si la aceituna es temprana, el aceite es verde y amargo. Si la cosecha es tardía, será más dulce. Nosotros no tenemos prisa, sabemos lo que buscamos y respetamos el mejor momento para cada variedad. Cuando llega el momento, hacemos la recolección manual, mediante sistema de vibrador y paraguas, de manera que la aceituna nunca toca el suelo y no se daña.
Actuar rápido para mantener las propiedades
Aquí radica la importancia de disponer de almazara propia. Las aceitunas se molturan en menos de dos horas después de ser recolectadas, conservando así las propiedades y garantizando la mejor calidad.
Limpiar sin generar residuos
Para la separación de hojas y brotes hemos diseñado a medida una despalilladora, una máquina de aire que permite controlar desechos y devolverlos a las fincas como fertilizante natural.
Decantar, mejor que centrifugar
De esta manera se preservan las condiciones naturales del aceite, así como las vitaminas y polifenoles tan necesarios para la salud. La decantación tiene otras ventajas, como la reutilización de las impurezas para hacer jabones, la no producción de residuos no reciclables y el ahorro de agua.
Almacenar en función de la personalidad
El aceite se almacena cada día en depósitos diferentes en función de la variedad, la maduración, la finca y el estado general de la aceituna. Esto permite mantener la calidad y características de cada aceite, y elaborar el perfil organoléptico de cada depósito. Para mantener las características del aceite, los depósitos son de INOX, y se encuentran en una sala a temperatura controlada.
Embotellar y crear coupages únicos
Tan importantes son los primeros pasos como los últimos: antes de embotellar ponemos toda nuestra atención y conocimiento para combinar aceitunas de diferentes variedades, recolecciones o estados de maduración. El objetivo: equilibrar los aromas y sabores para crear un aceite inconfundible.
Ven a descubrir lo que hacemos
Vísitanos y participa en nuestras actividades, talleres y catas.