Ciencia
Desde la época de los egipcios el aceite de oliva virgen extra se ha utilizado en distintos campos científicos.
Se ha estudiado y utilizado en medicina: por sus propiedades laxantes; por cuidados cutáneos; como protector de agentes externos; para emulsionar ungüentos y cremas.
También, y sobre todo en las últimas décadas, se han analizado sus propiedades nutricionales.
Y aunque no son resultados transparentes, pues en la nutrición entran otros alimentos y los factores externos no se pueden repetir exactamente, si hay evidencias y estudios que certifican que ayuda a reducir el colesterol; que contribuye a regular los niveles de azúcar en la sangre; reducen las afecciones cardiovasculares; afecciones de la presión arterial… entre otros
La composición química del aceite de oliva virgen extra es fundamental entre sus propiedades nutricionales y funcionales.
Alrededor del 98% del aceite está compuesto de triglicéridos y una fracción de componentes menores.
El aceite de oliva virgen extra, se considera una grasa monoinsaturada. Los ácidos grasos varían según las variedades de la aceituna principalmente y del tipo de cultivo del olivo.
Asimismo, contiene polifenoles que protegen de la oxidación. También tocoferoles que se relaciona químicamente con la vitamina E y tiene una función antioxidante.
El aceite de oliva es un elemento muy común en la elaboración de preparados farmacéuticos y de parafarmacia.